LA DIFERENCIA ENTRE ARTE MARCIAL Y DEPORTE MARCIAL
Desde hace algunos años, las Artes Marciales se han desvirtuado para convertirse en Deportes Marciales, la diferencia entre ambos es que Un Arte Marcial está basado en códigos de conducta, inculca valores, fraternidad, superación personal, además del cuidado del cuerpo por medio de un entrenamiento integral, que te lleva a tener la posibilidad de poder defenderte; mientras que los Deportes Marciales están enfocados única y exclusivamente a la competencia, teniendo como único objetivo la victoria deportiva, la obtención de medallas.
En la actualidad, con la apertura en todos los medios de comunicación de torneos de full contact, kickboxing, muay thai, mma, tae kwon do, etc. etc. (no acabaríamos de nombrar a todos), es muy fácil encontrar escuelas o academias, donde te ofrecen el dominio de estos sistemas, y por si fuera poco, todos quieren hacer de ti un campeón, y por ende, quieren que sus academias o sistemas sean reconocidos como lo mejor. Y no hay engaño, ellos ofrecen con claridad su producto, el problema es que los padres ilusionados con que sus hijos sean deportistas y ganen medallas, no se dan cuenta del peligro que conlleva esto, pues la comunidad de deportes marciales está plagada de gente sin escrúpulos, que lo único que saben es golpear y enseñar a golpear, incrementar el ego, la vanidad, la soberbia e inculcar la violencia en su máxima expresión, pero sobre todo, buscan ganancia económica al subir al ring o jaula a los alumnos seducidos con la oferta de ser campeones.
A continuación encontrarán un estudio muy interesante, realizado por una Universidad de Texas y publicado en Estados Unidos y Brasil, el cual nos da resultados alarmantes, respecto al resultado final de entrenar sólo para ganar una medalla, de realizar deportes convencionales sin dirección o de entrenar un verdadero Arte Marcial.
Reportaje: ARTES MARCIALES Y CARÁCTER
Un estudio conducido por Michael E. Trulson de la Facultad de Medicina de la Universidad A & M de Texas y publicado en la Revista Human Relations, incluyó a 34 adolescentes entre los 13 y 17 años de edad, que cumplían con los criterios de Delincuencia Juvenil en la escala MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory).
Los jóvenes fueron separados en tres (3) grupos. El primer grupo recibió entrenamiento en Arte Marcial Tradicional, cuyo programa diario era de Meditación, Calentamiento, Estiramientos, Discurso sobre la filosofía de las Artes Marciales, Formas, Combate, Defensa Personal y meditación al finalizar.
El segundo grupo recibió entrenamiento en Tae Kwon Do Deportivo (Olímpico), el cual consistió en Calentamiento, Estiramientos y Combate.
El tercer grupo realizó actividades físicas no relacionadas con las Artes Marciales.
Todos los jóvenes incluidos en el programa permanecieron seis (6) meses, recibiendo 3 entrenamientos a la semana con el mismo instructor; y todos fueron informados que serían denunciados por sus actos de delincuencia en caso de que abandonaran el programa antes de finalizarlo.
Todos los adolescentes fueron avalados por la NMPI y alcanzaban El rango de Delincuentes Juveniles, además de eso, fueron sometidos a dos estudios que medían el grado de agresividad: Navaco 1975, Nosanchuck 1981 y respondieron al test JPI (Jackson Personality Inventory).
De acuerdo con los resultados de los test y la edad de cada uno de ellos, fueron clasificados en 3 grupos, el primero de 15 jóvenes, que recibió entrenamiento tradicional; el segundo grupo integrado por 11 jóvenes, recibió entrenamiento deportivo y el tercer grupo de 9 jóvenes, realizó actividades deportivas variadas.
Al finalizar el programa de 6 meses, todos los test fueron repetidos nuevamente a cada joven, teniendo como resultado cambios positivos en el primer grupo, cambios negativos en el segundo y el tercero permaneció igual (sin cambios, igual de violentos que al principio).
Los adolescentes que recibieron entrenamiento en Arte Marcial Tradicional, al finalizar los seis meses, dejaron de ser considerados Delincuentes Juveniles (MMPI), presentaron niveles de agresividad debajo de la media y todavía mostraron surgimiento o fortalecimiento de características positivas de personalidad (JPI),
El grupo que recibió entrenamiento de Tae Kwon Do Deportivo, mostró en comparación con el inicio del estudio, mayor tendencia a la agresividad, y en el test de personalidad JPI, mostró lo opuesto del primer grupo.
El tercer grupo no mostró ningún cambio estadísticamente significativo, en ninguna de los dos test.
Se puede afirmar a partir de los datos publicados, que no basta ocupar el tiempo de los jóvenes, ni ofrecer una figura de autoridad o una actividad física. El diseño de los estudios permitió apartar esas posibilidades, ya que todos los grupos tuvieron la misma cantidad de tiempo para sus actividades específicas, todos los jóvenes tuvieron contacto con el mismo instructor y todos los grupos incluyeron actividades físicas variadas, sin embargo, los resultados fueron diferentes.
Al contrario del Deporte Marcial, donde El objetivo es la victoria, el Arte Marcial Tradicional valoriza el respeto, la superación y el entrenamiento diligente (es más importante vencerse a sí mismo, que vencer a un oponente), además de eso, cada entrenamiento comenzaba y terminaba con una breve sesión de meditación, que como sabemos, es un importante método de ampliación de la autoconciencia, además de reducir los niveles de impulso y ansiedad.
Compartimos la preocupación del autor, acerca de la proliferación de escuelas de Artes Marciales modernas (si es que los deportes competitivos pueden ser clasificados como Artes Marciales), que parecen poseer el potencial de empeorar la conducta, la agresividad y despertar rasgos negativos de la personalidad en niños y adolescentes, especialmente de aquello con tendencia a la delincuencia.
Por Gustavo Amadera.
(El estudio fue realizado en U.S.A. , pero tiene repercusión mundial, aunque sabemos que si hay profesores de Tae Kwon Do que buscan ayudar a sus alumnos a que sean mejores ciudadanos),
Sacramento Xtreme Fighting ®, es uno de los contados Artes Marciales Modernos, que no busca la competencia deportiva como un fin (como no nos interesa subir a nuestros alumnos a un ring o jaula a destrozar a un oponente, tenemos el ego y la violencia sometidos), nuestro sistema fue diseñado científicamente (avalado por médicos, psicólogos y educadores físicos) para inculcar valores, códigos de conducta, para detectar problemas conductuales y ayudar a resolverlos, erradicar la violencia e intolerancia, para el desarrollo de las capacidades físicas condicionales y coordinativas, para ayudar en la superación en todos los aspectos, inculcando una filosofía positiva de vida; todo esto puede comprobarse con los comentarios positivos de los padres de familia, con la fraternidad que existe entre todos los asociados, con el cariño y muestras de respeto que reciben los instructores y con la aceptación que tenemos en la comunidad; además de todo esto, tenemos entre nuestras filas a profesores de otros estilos, quienes han encontrado en nuestra academia un lugar para compartir conocimientos y fraternizar… ¿puede haber mayor prueba?
